Una posible solución para tratar la obesidad puede encontrarse en los caparazones de cangrejos e insectos

Una posible solución para tratar la obesidad puede encontrarse en los caparazones de cangrejos e insectos

Crédito: Pixaobay

Los artrópodos, como los cangrejos, las arañas y los insectos de cuerpo blando, utilizan la quitina, una sustancia que desempeña un papel fundamental como soporte estructural y protección, pero que podría tener una función inesperada en la regulación del metabolismo y la lucha contra el aumento de peso en los mamíferos.

Las investigaciones sobre la quitina se han centrado en diversos campos, como el desarrollo de materiales más robustos y la mejora de los métodos de administración de fármacos. También se considera un arma potencial contra la malaria. En un estudio reciente con ratones realizado por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis, se descubrió que la quitina estimula una respuesta del sistema inmunitario en el tracto intestinal. Inhibir las enzimas del organismo responsables de descomponer la quitina podría ofrecer un enfoque novedoso para tratar la obesidad.

Tratamiento de la epidemia de obesidad

” Se ha producido una epidemia de obesidad”, afirma Steven Van Dyken, profesor adjunto especializado en patología e inmunología. “Las sustancias que consumimos tienen un profundo impacto en su funcionamiento y en cómo procesamos los alimentos. Estamos explorando métodos para combatir la obesidad aprovechando nuestros conocimientos sobre cómo responde el sistema inmunitario a los factores dietéticos.”

En el momento de la ingestión de quitina, las células del estómago inician la producción de quitinasas, enzimas encargadas de descomponer este polisacárido. En el cuerpo humano existen dos quitinasas, la quitotriosidasa 1 (CHIT1) y la quitinasa ácida de mamífero (AMCase).

Tradicionalmente, estas enzimas han desempeñado un papel en la lucha contra los patógenos que contienen quitina en sus paredes celulares, incluidos los hongos nocivos y los revestimientos intestinales de los nematodos parásitos. También se han asociado a la inflamación relacionada con afecciones como el asma y otros trastornos de la respuesta inmunitaria.

El impacto de la quitina en el aumento de peso

En la investigación se sometió a tres grupos distintos de ratones a una dieta rica en grasas. En un grupo se suprimió la actividad de la quitinasa, lo que les incapacitó para descomponer la quitina. Otro grupo mantuvo una producción regular de quitinasa, mientras que a un tercer grupo no se le suministró nada de quitina. Curiosamente, los ratones que consumían quitina pero eran incapaces de descomponerla experimentaron el menor aumento de peso y tenían los niveles más bajos de grasa corporal, en contraste con los que no consumían quitina en absoluto o la consumían y tenían la capacidad de descomponerla.

Según los científicos, la respuesta inmunitaria desencadenada en los ratones incapaces de degradar la quitina desempeñó un papel crucial en su capacidad para resistir la obesidad a pesar de su ingesta alimentaria.

El intrincado papel de las quitinasas del huésped en la degradación de la quitina

“Creemos que la degradación de la quitina depende principalmente de las quitinasas intrínsecas del huésped”, explica Van Dyken. “Las células del estómago adaptan su producción de enzimas en respuesta a este proceso. Cabe destacar que esta adaptación se produce independientemente de la participación microbiana, ya que las bacterias del tracto gastrointestinal también producen quitinasas que pueden descomponer la quitina.”

Estos investigadores están deseando realizar un estudio en humanos para determinar si la introducción de quitina en la dieta y la inhibición simultánea de la producción de quitinasa podrían reportar beneficios comparables para el control del peso.

Para quienes duden en consumir grillos crujientes, la quitina también está presente en la levadura, las algas y las setas de consumo habitual, y puede incorporarse fácilmente a suplementos dietéticos más apetecibles.

” Disponemos de varios métodos para suprimir las quitinasas estomacales”, declaró Van Dyken. “La combinación de estas estrategias con alimentos ricos en quitina podría proporcionar ventajas metabólicas significativas”.


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