El Telescopio Webb Desvela Formaciones Nunca Vistas En El Interior De La Famosa Supernova

El Telescopio Webb Desvela Formaciones Nunca Vistas En El Interior De La Famosa Supernova

Crédito: Pixaobay

El telescopio espacial James Webb de la NASA ha iniciado su examen de la conocida supernova SN 1987A, situada a 168.000 años-luz de distancia en la Gran Nube de Magallanes. Esta supernova ha sido objeto de un amplio escrutinio durante casi cuarenta años, abarcando desde los rayos gamma hasta las ondas de radio, desde su detección en febrero de 1987. Las observaciones más recientes realizadas con la cámara NIRCam (Near-Infrared Camera) del telescopio Webb aportan una pieza fundamental para comprender la evolución gradual de una supernova y la posterior formación de sus restos.

En esta imagen se aprecia una configuración central que recuerda al ojo de una cerradura. Esta región central está densamente poblada de gas y polvo grumoso que fue expulsado por la explosión de la supernova. El polvo es tan compacto que ni siquiera la luz infrarroja cercana detectada por Webb puede atravesarlo, creando el “agujero” oscuro dentro de la forma de ojo de cerradura.

Emisiones y puntos calientes más allá del anillo

Rodeando el ojo de cerradura interior hay un anillo ecuatorial vibrante, que crea una estructura similar a un cinturón que conecta dos débiles brazos que forman los anillos exteriores, que se asemejan a un reloj de arena. Este anillo ecuatorial está compuesto por material expulsado decenas de miles de años antes de la explosión de la supernova y contiene puntos calientes brillantes. Estos puntos calientes surgieron cuando la onda de impacto de la supernova colisionó con el anillo. Ahora, puntos similares están presentes incluso más allá del anillo, acompañados de emisiones difusas a su alrededor. Estos puntos marcan los lugares en los que los choques de la supernova se han encontrado con material externo.

Estructuras similares a la media luna al descubierto

Si bien los telescopios espaciales Hubble y Spitzer de la NASA y el Observatorio de Rayos X Chandra han observado estas estructuras hasta cierto punto, la sensibilidad y resolución espacial inigualables de Webb han desvelado una característica innovadora dentro de este remanente de supernova: pequeñas formaciones en forma de media luna.

La cámara NIRCam (Near-Infrared Camera) de Webb captó esta imagen detallada de SN 1987A (Supernova 1987A), que ha sido anotada para resaltar las estructuras clave. En el centro, el material expulsado por la supernova forma un ojo de cerradura. Justo a su izquierda y a su derecha hay unas tenues semilunas recién descubiertas por Webb. Más allá, un anillo ecuatorial, formado por material expulsado decenas de miles de años antes de la explosión de la supernova, contiene puntos calientes brillantes. En el exterior hay una emisión difusa y dos débiles anillos exteriores. En esta imagen, el azul representa la luz a 1,5 micras (F150W), el cian 1,64 y 2,0 micras (F164N, F200W), el amarillo 3,23 micras (F323N), el naranja 4,05 micras (F405N) y el rojo 4,44 micras (F444W). Crédito: Science: NASA, ESA, CSA, Mikako Matsuura (Universidad de Cardiff), Richard Arendt (NASA-GSFC, UMBC), Claes Fransson (Universidad de Estocolmo), Josefin Larsson (KTH), Procesamiento de imágenes: Alyssa Pagan (STScI)

Se cree que estas formas de media luna constituyen porciones de las capas exteriores de gas expulsadas por la explosión de la supernova. Su brillo puede deberse a la luminosidad del limbo, un fenómeno óptico causado por nuestra perspectiva de ver el material en expansión en tres dimensiones. En términos más sencillos, nuestro ángulo de visión crea la ilusión de que hay más material en estas dos regiones semilunares del que podría haber en realidad.

Resolución excepcional de las imágenes de Webb

También cabe destacar la excepcional resolución de estas imágenes. Antes de Webb, el telescopio Spitzer, ya retirado, había observado esta supernova en el espectro infrarrojo durante todo su ciclo de vida, proporcionando datos esenciales sobre la evolución de sus emisiones a lo largo del tiempo. Sin embargo, nunca alcanzó el mismo nivel de claridad y detalle al observar la supernova.

La estrella de neutrones ausente

A lo largo de décadas de investigación desde el descubrimiento inicial de la supernova, aún quedan varios misterios por resolver, especialmente en lo que respecta a la estrella de neutrones que debería haberse formado tras la explosión de la gran supernova. Al igual que Spitzer, Webb seguirá observando la evolución de la supernova a lo largo del tiempo.

Sus herramientas NIRSpec (Near-Infrared Spectrograph) y MIRI (Mid-Infrared Instrument) permitirán a los astrónomos recopilar nuevos datos infrarrojos de alta calidad a lo largo del tiempo, arrojando luz sobre las estructuras de media luna recientemente identificadas. Además, Webb mantendrá su colaboración con Hubble, Chandra y otros observatorios, aportando nuevos conocimientos sobre los aspectos históricos y futuros de esta legendaria supernova.


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