El Potencial Antídoto Contra el Seta de la Muerte

El Potencial Antídoto Contra el Seta de la Muerte

Los científicos han descubierto un esperanzador y posible nuevo remedio para neutralizar las toxinas nocivas que se encuentran en el mortífero hongo gorro de la muerte.

Un prestigioso equipo de científicos ha descubierto un posible remedio para neutralizar la toxicidad del mortífero hongo de la muerte. Mediante el empleo de la tecnología CRISPR, estos investigadores descubrieron que una sustancia química aceptada por la FDA. Puede neutralizar eficazmente la toxina y salvar vidas. Sin embargo, hay algunas condiciones y restricciones asociadas a este descubrimiento.

Si bien en el entorno humano se exige un etiquetado claro y un almacenamiento apropiado de las sustancias potencialmente tóxicas para evitar su ingestión accidental, el mundo de la naturaleza carece de tales salvaguardias. La seta de la muerte o Amanita phalloides, crece junto a especies de hongos comestibles, lo que ha provocado numerosos casos de intoxicaciones inadvertidas.

Los principales síntomas son vómitos, diarrea y náuseas. Normalmente, estos síntomas disminuyen al cabo de unos días. Con posterioridad, sin embargo, aparecen indicios más graves, que provocan una elevada tasa de mortalidad por insuficiencia hepática y renal. Actualmente no existe un antídoto para este tipo de intoxicación, pero pueden aplicarse medidas para salvar vidas, como los trasplantes de órganos.

La Divulgación

La divulgación tanto del mecanismo de toxicidad como de un posible método para contrarrestarlo es muy alentadora; sobre todo debido a que el compuesto ya cuenta con la aprobación de la FDA y su uso está muy extendido. No obstante, antídoto que tener en cuenta varias consideraciones. En primer lugar, las pruebas en humanos necesitan individuos que hayan consumido setas death cap, lo que obliga a los científicos a esperar a que se den estos casos.

A continuación, el equipo de investigación empleó la técnica de edición genética CRISPR-Cas9 para generar cultivos de células humanas cada una de ellas con una mutación diferente en un gen concreto. A continuación, estas células modificadas se expusieron deliberadamente a la α-amanitina, lo que permitió identificar genes y enzimas específicos atacados por la toxina a partir de la supervivencia de los cultivos celulares.


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