Por qué Intempus cree que los robots deben imitar la fisiología humana

Por qué Intempus cree que los robots deben imitar la fisiología humana

Image Credits:Yuichiro Chino / Getty Images

Teddy Warner, de 19 años, lleva mucho tiempo fascinado por la robótica. Criado en el seno de una familia dedicada a este campo, pasó sus años de instituto trabajando en un taller mecánico. Ahora ha puesto en marcha su propia empresa de robótica, Intempus, con el objetivo de que los robots se parezcan más a los humanos.

Intempus está desarrollando una tecnología para dotar a los robots existentes de características emocionales expresivas, con el objetivo de mejorar la interacción humano-robot y la forma en que la gente interpreta el comportamiento de los robots. Al dotar a los robots de reacciones similares a las humanas, la empresa también espera generar datos valiosos para mejorar el entrenamiento de la inteligencia artificial.

Warner explicó a TechCrunch que estas expresiones se transmitirán a través de movimientos corporales.

«Gran parte de la comunicación subconsciente de la que dependemos no proviene de expresiones faciales o palabras», dijo Warner. «En realidad está en el movimiento de los brazos y el torso, algo que incluso reconocemos en animales como perros y gatos».

Cómo los modelos mundiales impulsaron la visión de los robots emocionalmente conscientes
Warner dice que la inspiración para Intempus surgió mientras trabajaba en el laboratorio de investigación de IA Midjourney. Allí, como en muchos otros laboratorios de IA, la atención se centraba en el desarrollo de «modelos del mundo»: sistemas de IA diseñados para comprender y tomar decisiones basadas en la dinámica y las relaciones espaciales del mundo real, en lugar de en la simple lógica de causa y efecto.

Image Credits:Teddy Warner

Sin embargo, Warner se dio cuenta de que alcanzar este nivel de razonamiento espacial sería un reto porque los datos de entrenamiento para estos modelos a menudo procedían de robots que carecían precisamente de esa capacidad.

«En la actualidad, los robots operan desde la observación a la acción, yendo directamente del punto A al punto C», explica Warner. «Pero los humanos, como todos los seres vivos, tienen un importante paso intermedio: un estado fisiológico. Los robots no experimentan estrés, alegría ni fatiga. Si queremos que perciban e interactúen con el mundo como lo hacen los humanos, y que se comuniquen con nosotros de una forma más natural, intuitiva y menos inquietante, tenemos que darles ese paso intermedio que les falta.»

Cómo los datos del sudor dieron lugar a un gran avance en la empatía robótica

Warner siguió adelante con la idea y empezó a investigar cómo dotar a los robots de una forma de estado emocional. Al principio exploró la tecnología fMRI, que rastrea la actividad cerebral a través de los cambios en el flujo sanguíneo y los niveles de oxígeno, pero no dio resultados útiles. Un amigo le sugirió utilizar un polígrafo, que registra los niveles de sudor. Ese método empezó a ser prometedor.

«Me sorprendió lo rápido que pude recopilar datos sobre mi sudor y el de algunos amigos, y entrenar un modelo que proporcionaba a los robots un perfil emocional basado exclusivamente en esos datos», explica Warner.

Desde entonces, ha ampliado su enfoque más allá del sudor para incluir otras señales fisiológicas como la temperatura corporal, la frecuencia cardiaca y la fotopletismografía, un método para medir los cambios del volumen sanguíneo en la piel.

Intempus gana adeptos gracias a las asociaciones industriales

Warner lanzó oficialmente Intempus en septiembre de 2024 y dedicó los primeros cuatro meses exclusivamente a la investigación. Más recientemente, ha compaginado el desarrollo técnico con la captación de clientes potenciales, y ya se ha asociado con siete empresas de robótica.

Intempus también forma parte de la actual cohorte de la Thiel Fellowship, que proporciona 200.000 dólares en dos años a jóvenes emprendedores que abandonan los estudios para crear sus empresas.

Lo siguiente en la agenda de Warner es crear un equipo. Hasta ahora ha trabajado solo, pero tiene previsto incorporar a otras personas para que le ayuden a probar la tecnología en interacciones humanas reales. Aunque la empresa se centra actualmente en mejorar los robots existentes, Warner no descarta diseñar robots personalizados con conciencia emocional en el futuro.

«Tengo un montón de robots con estados emocionales», afirma. «Si alguien puede entrar y percibir intuitivamente que uno está alegre, entonces sé que he hecho mi trabajo. Y creo que podré demostrarlo en los próximos cuatro o seis meses».


Read the original article on: TechCrunch

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