Perros robóticos manejan la detección, neutralización y eliminación de bombas.

Hemos visto perros robots realizar todo tipo de tareas inusuales, pero ¿qué tal usarlos para mejorar la seguridad? El Ministerio de Defensa británico está desplegando estos caninos mecánicos para mejorar la eficiencia y seguridad en la detección y desactivación de bombas.

Si bien los robots de desactivación de bombas han existido durante décadas, han evolucionado significativamente desde que el Ejército británico introdujo el primero en 1972 para manejar amenazas de bombas del IRA. Los primeros modelos eran esencialmente carros con orugas alimentados por batería, equipados con brazos de control remoto para manipular paquetes sospechosos.

Evolución de los robots de desactivación de bombas

Los primeros modelos, como el Wheelbarrow Mark 7, tenían una tarea sencilla: transportar la bomba a un contenedor blindado y detonarla en el lugar. La detonación en sí requería un mínimo de robótica: golpear con fuerza un recipiente lleno de Semtex no era complicado. Con el tiempo, estos robots han recibido mejoras significativas, incluyendo cámaras de alta resolución, conjuntos de sensores, manipuladores articulados y retroalimentación háptica.

A pesar de estos avances, la mayoría de los robots de desactivación de bombas han seguido siendo plataformas con orugas, aunque algunos modelos de alta gama ahora pueden subir escaleras. Sin embargo, el Ministerio de Defensa busca desarrollar una nueva generación de robots más ágiles, inteligentes y capaces de realizar muchas tareas que tradicionalmente eran llevadas a cabo por operadores humanos.

Pruebas de desactivación de bombas mejoradas con IA

En recientes pruebas de cuatro días realizadas por el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa (Dstl), los perros robóticos demostraron su capacidad para localizar, identificar y evaluar amenazas explosivas. Fueron capaces de neutralizar artefactos explosivos improvisados (IEDs) más pequeños utilizando un brazo robótico o un arma de perno disparador. Aunque un operador humano seguía teniendo el control, las capacidades asistidas por IA de los robots les permitieron realizar tareas más precisas y delicadas, lo que permitió a los operadores centrarse en aspectos de mayor prioridad de la misión.

Más allá de mejorar las operaciones de desactivación, el perro robótico podría navegar de manera autónoma por áreas peligrosas, maniobrando alrededor de obstáculos, subiendo escaleras e incluso abriendo puertas, lo que permitiría al operador mantenerse a una distancia segura. Mientras tanto, los drones desempeñaron un papel crucial en la localización de explosivos y la supervisión del área para garantizar la seguridad pública.

“Este es un gran ejemplo de cómo la Defensa puede obtener una ventaja aprovechando la tecnología, integrando sistemas militares y comerciales para proteger a nuestra gente y nuestro país de amenazas mortales”, dijo el profesor Andy Bell, Director Científico y Tecnológico de Dstl. “Al colaborar con la industria y la academia, Dstl está impulsando el éxito de la misión a través de avances científicos y tecnológicos”.

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