Internet de alta velocidad del espacio al móvil
AST SpaceMobile
Starlink no es la única empresa estadounidense que trabaja en la conectividad directa por satélite para teléfonos móviles. AST SpaceMobile lleva varios años desarrollando esta tecnología. De hecho, AST hizo historia al ser la primera empresa en hacer una llamada de «teléfono a casa» desde el espacio. La empresa aspira ahora a cubrir todo Estados Unidos en colaboración con AT&T y Verizon, antes de expandirse por todo el mundo.
Haciendo historia con la primera llamada telefónica bidireccional desde el espacio
Fundada en 2017, el objetivo de la startup de telecomunicaciones con sede en Texas era crear la primera red celular espacial del mundo que pudiera conectarse a cualquier teléfono estándar en la Tierra. Cinco años después, en abril de 2023, AST realizó con éxito la primera llamada telefónica bidireccional desde el espacio utilizando un teléfono móvil disponible en el mercado.
AST utilizó un satélite de órbita terrestre baja, Blue Walker 3 (BW3), para lograrlo, lanzándolo a bordo de un cohete SpaceX Falcon 9 en septiembre de 2022.La histórica llamada tuvo lugar desde Midland, Texas, a Rakuten en Japón utilizando la red de AT&T en un Samsung Galaxy S22 sin modificar. Para validar aún más su tecnología, los ingenieros de AST probaron varios otros teléfonos inteligentes y dispositivos, todos los cuales se conectaron con éxito directamente al satélite BW3, evitando la necesidad de torres terrestres.
En septiembre de 2023, apenas un año después del lanzamiento, AST logró un flujo de datos de 14 Mbps a través del satélite BW3. Aunque es más lento que las velocidades máximas de 5G (hasta 1.000 Mbps), es suficiente para transmitir vídeo de alta definición 1080p.
Planes de expansión con satélites adicionales
En 2024, AST SpaceMobile lanzó cinco satélites adicionales, BlueBird 1 a 5, con planes para crear una constelación de 168 satélites que utilizan la frecuencia de banda baja de 40 MHz para alcanzar velocidades de hasta 120 Mbps. Esto superaría las velocidades 4G típicas e incluso algunas velocidades de datos 5G de gama baja, ofreciendo velocidades unas 150.000 veces más rápidas que los satélites Tiantong de China.
AST SpaceMobile
El enfoque de AST difiere del de Starlink. Mientras que Starlink se centra en la conectividad de datos en general y requiere equipos especializados, la tecnología de AST está diseñada específicamente para el servicio directo de célula a célula. Starlink acaba de lanzar satélites capaces de realizar comunicaciones directas entre células.
Cada uno de los actuales satélites BlueBird se despliega unos 700 pies cuadrados en el espacio, pero AST tiene previsto construir satélites de próxima generación tres veces más grandes y con una capacidad de datos diez veces mayor.
Fabricación propia y asociaciones estratégicas
El 95% de la fabricación de AST, desde la producción hasta las pruebas, se realiza internamente en Estados Unidos.
La empresa se ha asociado con AT&T y Verizon en Estados Unidos y con operadores mundiales como Bell Canada, Rakuten y Vodafone, entre otros, con el objetivo de ofrecer su red de satélites a unos 2.800 millones de personas en todo el mundo. El objetivo es eliminar las zonas muertas donde las torres terrestres son inalcanzables o inexistentes.
AST SpaceMobile
Sin embargo, esta tecnología tiene algunos inconvenientes. Para quienes busquen una desintoxicación digital, permanecer desconectados será más difícil a menos que apaguen sus teléfonos o los dejen atrás.
Una vez desplegado por completo, BW3 alcanzó un brillo máximo de magnitud 0,4, igualando el brillo de las estrellas más brillantes como Betelgeuse y Procyon.
Preocupación por la basura espacial y astronómica
Los satélites también podrían plantear problemas para la astronomía. La National Radio Quiet Zone (NRQZ) de Estados Unidos y el Observatorio Radioastronómico Murchison de Australia podrían verse afectados por las interferencias de los satélites. Además, la creciente cantidad de basura espacial -actualmente, 34.000 piezas- hace temer riesgos de colisión. Se están realizando esfuerzos para garantizar que los satélites puedan salir de órbita de forma segura, pero aún no se han establecido protocolos estandarizados.
Sin embargo, la posibilidad de que los servicios de emergencia y la población civil permanezcan conectados, independientemente de su ubicación, podría acabar superando estas preocupaciones.
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