Darse un capricho de vez en cuando puede ser mejor para el corazón que evitar el azúcar por completo

Darse un capricho de vez en cuando puede ser mejor para el corazón que evitar el azúcar por completo

Credit: Pixabay

Un estudio de la Universidad de Lund (Suecia) refuerza la relación entre el azúcar añadido y las cardiopatías, pero revela un hallazgo sorprendente: los caprichos dulces ocasionales pueden reducir el riesgo cardiovascular en comparación con una dieta estricta «sin azúcar». Sin embargo, este beneficio no se aplica a otras fuentes de azúcar como las bebidas azucaradas o los aderezos azucarados.

«Este sorprendente contraste subraya la importancia de tener en cuenta no sólo la cantidad de azúcar que se consume, sino también su origen y el contexto en el que se ingiere», afirman los investigadores.

El estudio rastreó datos de 69,705 suecos de entre 45 y 83 años, monitoreando su dieta y salud desde 1997 hasta 2019. Los investigadores clasificaron el azúcar añadido en bebidas azucaradas, golosinas dulces y aderezos azucarados, analizando su relación con siete enfermedades cardiovasculares al tiempo que tenían en cuenta factores como el tabaquismo.

El tipo de azúcar importa: Riesgos contrastados para la salud cardiovascular

(Janzi et al., Frontiers in Public Health, 2024)

El impacto del azúcar variaba según el tipo y la enfermedad cardiovascular. Los aderezos azucarados se relacionaron con un mayor riesgo de aneurisma aórtico abdominal, mientras que el consumo ocasional de dulces mostró el menor riesgo en todas las enfermedades cardiovasculares.

Los azúcares líquidos pueden incitar a comer en exceso debido a su bajo nivel de saciedad, mientras que los dulces de disfrute social podrían reducir el estrés y reforzar los vínculos sociales.

«Los azúcares líquidos no sacian como los sólidos, lo que lleva a un mayor consumo de calorías», explica la epidemióloga Suzanne Janzi. «En cambio, las golosinas compartidas en entornos sociales podrían ofrecer beneficios añadidos para la salud».

Limitaciones y contexto: Interpretación de los resultados del estudio

Los investigadores señalaron que sus hallazgos sugieren asociaciones más que probar causa y efecto. El análisis no incluyó otros efectos sobre la salud, como los daños dentales, que deberían tenerse en cuenta junto a estos resultados.

Los hábitos culturales también pueden influir en los resultados. En Suecia, la tradición del «fika» -compartir café y pasteles- fomenta la interacción social, lo que puede reducir la soledad y el estrés, en beneficio de la salud cardiaca.

«Aunque nuestro estudio no prueba la causalidad, sugiere que un consumo extremadamente bajo de azúcar puede no ser esencial para la salud cardiaca», afirma Janzi.

El hallazgo clave es cómo afectan las distintas fuentes de azúcar al riesgo de cardiopatía, lo que subraya el papel del contexto y la moderación. Futuras investigaciones podrían examinar la relación entre el azúcar, la obesidad y la salud cardiaca en distintos contextos culturales.


Read Original Article: Science Alert

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