Una inquietante foto histórica revela la huella mortal de la humanidad

Una inquietante foto histórica revela la huella mortal de la humanidad

Men standing on a massive pile of buffalo skulls, Michigan Carbon Works, Rougeville MI, 1892. (Burton Historical Collection, Detroit Public Library)

La actividad humana ha provocado una extinción de especies sin precedentes, pero la historia ofrece ejemplos anteriores de devastación ecológica. El exterminio del bisonte norteamericano en el siglo XIX es un claro ejemplo del impacto humano, plasmado en una inquietante fotografía de cráneos de bisonte frente a Michigan Carbon Works en 1892.

A principios del siglo XVIII, hasta 60 millones de bisontes vagaban por el continente. En la época de la fotografía, su número se había reducido a sólo 456 en estado salvaje. El aumento de la colonización, unido a la demanda de pieles y huesos de bisonte, condujo a su sacrificio a gran escala, acabando con la mayoría de las manadas a finales de la década de 1870.

Esta imagen icónica de cráneos apilados como una montaña artificial simboliza tanto la magnitud de la destrucción como las relaciones interconectadas que se perdieron con el bisonte. Las naciones indígenas, cuyas vidas y comunidades estaban profundamente ligadas a los rebaños de bisontes, sufrieron profundas pérdidas culturales y ecológicas. El Tratado del Búfalo de 2014 pone de relieve los lazos espirituales y materiales que siguen existiendo entre los pueblos indígenas de las llanuras y el bisonte, y subraya el papel de la especie como pariente y no como mero recurso.

El bisonte: Especies clave y guardianes de los ecosistemas de pradera

El bisonte también era una especie clave que modelaba los ecosistemas y mantenía la biodiversidad mediante el pastoreo, la alimentación y la migración. Su exterminio perturbó los hábitats de innumerables especies, alterando el equilibrio de los ecosistemas de pradera.

La presencia de hombres trajeados entre los cráneos de la fotografía también revela la mercantilización del bisonte. Sus huesos se transformaban en fertilizantes, colas y porcelana fina, y se enviaban a los mercados a través de infraestructuras coloniales como el ferrocarril. Esta transformación de seres vivos en mercancías personifica las industrias extractivas del colonialismo de colonos que devastaron la biodiversidad y los ecosistemas.

Hoy quedan unos 31.000 bisontes salvajes en rebaños de conservación, gracias a esfuerzos como el Tratado del Búfalo y el Consejo Intertribal del Búfalo, dirigidos por indígenas. Aunque su supervivencia es un testimonio de resistencia, las pérdidas representadas en esa fotografía nos recuerdan las consecuencias duraderas del impacto humano descontrolado. Proteger la especie y sus relaciones con el ecosistema sigue siendo fundamental para evitar nuevas extinciones.

Detail from photograph of men standing with pile of buffalo skulls, Michigan Carbon Works, Rougeville, Mich.,
1892. (Burton Historical Collection, Detroit Public Library)


Read Original Article: Science Alert

Read More: Scitke

    Share this post