Depredador anterior a los dinosaurios: Gaiasia, el gigante de los pantanos del Pérmico

Depredador anterior a los dinosaurios: Gaiasia, el gigante de los pantanos del Pérmico


El artista Gabriel Lio representa a Gaiasia jennyae, un enorme depredador anfibio del Pérmico.


Mucho antes de que los dinosaurios dominaran la Tierra, otro formidable depredador prosperaba en su entorno. Gaiasia, parecido a una salamandra de gran tamaño, vagaba por los pantanos del Pérmico. A diferencia del simpático ajolote, Gaiasia jennyae era un enorme anfibio de unos 2,5 m de longitud, dotado de una estructura craneal y mandibular que sugería que podía depredar incluso a animales grandes que se aventuraran a acercarse demasiado.

Características físicas y comportamiento depredador

Según Jason Pardo, coautor principal del estudio, “Gaiasia jennyae era bastante más grande que un ser humano y probablemente habitaba en las profundidades de pantanos y lagos”. Su característica cabeza plana, con forma de asiento de inodoro, le permitía engullir a sus presas abriendo mucho la boca. Con formidables colmillos y un conjunto de dientes gigantes, era un depredador formidable, que posiblemente empleaba tácticas lentas y de emboscada.

Cuatro especímenes parciales de Gaiasia, descubiertos en los desiertos de Namibia, ofrecen una visión de la vida durante el periodo Pérmico, hace aproximadamente 280 millones de años, cuando la región contaba con humedales pantanosos. En aquella época, esta zona se encontraba más al sur, cerca de la Antártida, cuando la Tierra salía de una era glacial. Gaiasia prosperaba en un hábitat frío y húmedo, mientras que las regiones septentrionales se transformaban en paisajes más secos y boscosos.

Un fósil de Gaiasia jennyae, con su gran cabeza y una parte sustancial de las vértebras. Crédito: C. Marsicano


Depredador gigante de los pantanos del Pérmico y anomalía evolutiva

Gaiasia jennyae, un formidable depredador del Pérmico, representa un importante hallazgo en paleontología. Este anfibio gigante, de unos 2,5 metros de longitud, poseía una característica cabeza plana en forma de taza de váter, dotada de formidables colmillos y grandes dientes. Probablemente merodeaba por las profundidades de los pantanos y lagos del Pérmico, empleando lentas tácticas de emboscada para capturar a sus presas.

Descubierto en los desiertos de Namibia, el fósil de Gaiasia permite comprender las condiciones ecológicas del Pérmico, hace unos 280 millones de años. Durante esta época, la región donde se hallaron estos fósiles estaba situada cerca de la Antártida, caracterizada “por ambientes pantanosos fríos y húmedos”. Este periodo marcó la transición de una era glacial, en la que las regiones septentrionales evolucionaron hacia paisajes más secos y boscosos, mientras que las meridionales permanecieron prácticamente inalteradas.

La clasificación de Gaiasia como miembro tardío de los tetrápodos pedunculados, el grupo que desarrolló por primera vez el plan corporal de cuatro extremidades, es especialmente significativa. Representa un “remanente evolutivo antes de que estos organismos se diversificaran en los actuales mamíferos, aves, reptiles y anfibios, conocidos como tetrápodos coronados”. A pesar de su linaje arcaico, Gaiasia prosperó como depredador dominante en su ecosistema, demostrando su adaptabilidad y éxito evolutivo durante el Pérmico.


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