Las microalgas enriquecidas con proteínas obtienen un refuerzo nutricional de una fuente inesperada

Las microalgas enriquecidas con proteínas obtienen un refuerzo nutricional de una fuente inesperada

Algunos científicos han estado fertilizando «cultivos» de microalgas con heces de gusanos de la harina de granja.
DALL-E


Los insectos y las microalgas son los principales contendientes en la búsqueda de fuentes de proteínas ecológicas que superen a la ganadería tradicional. Recientemente, los científicos han desarrollado una técnica que utiliza los desechos de los insectos como alimento para las microalgas.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación destaca que la producción de carne contribuye aproximadamente al 14,5% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Estas emisiones consisten principalmente en metano, amoníaco y dióxido de carbono, emitidos a través de los eructos del ganado, los fertilizantes para los cultivos destinados a la alimentación del ganado y el estiércol en descomposición.

También se destruyen regularmente extensas zonas forestales para establecer pastizales o cultivos destinados a la alimentación animal, lo que agrava aún más el problema de los gases de efecto invernadero. Los árboles vivos desempeñan un papel crucial en la captura de dióxido de carbono, evitando así su acumulación en la atmósfera; sin embargo, una vez talados, liberan el gas almacenado.

Implicaciones medioambientales de la deforestación

Sin duda, la deforestación no sólo altera los hábitats naturales de numerosa flora y fauna, sino que también desencadena la erosión del suelo hacia las masas de agua cercanas, lo que provoca la acumulación de limo.

Los insectos de granja desempeñan aquí un papel crucial. Proporcionan abundantes proteínas, minerales y ácidos grasos, pero pueden cultivarse en instalaciones mucho más pequeñas que los vastos pastos necesarios para el ganado. Además, los insectos necesitan mucha menos comida y agua que el ganado tradicional y generan menos residuos.

Sin embargo, siguen produciendo algunos residuos, denominados frass, que consisten principalmente en excrementos de insectos y exoesqueletos desprendidos. Los científicos de la Universidad noruega de Bergen y del Centro Noruego de Investigación (NORCE), que ya los utilizan como abono para las plantas, están avanzando en esta aplicación empleando los excrementos como abono para las microalgas.

Frass en polvo, antes de ser licuado.
NORCE


Aunque cada célula de microalgas es diminuta, su crecimiento colectivo a escala comercial produce una cantidad considerable de proteínas. Esta proteína de origen sostenible puede aumentar el valor nutritivo de diversos alimentos, incluidos los sustitutos de la carne. Además, los aceites derivados de las microalgas son útiles para la producción de biocombustibles.

La utilización de abono de residuos en el cultivo de microalgas

Los científicos de Larveriet, empresa noruega especializada en el cultivo de larvas de gusano de la harina con fines alimentarios, utilizaron en este estudio, financiado recientemente por la Unión Europea, polvo de escarcha. Los investigadores mezclaron primero el polvo con agua para extraer sus nutrientes, seguido de una centrifugación para eliminar las partículas insolubles. Por último, la solución se sometió a esterilización para erradicar cualquier bacteria potencialmente dañina.

Columnas de microlagas de Chlorella vulgaris, algunas de las cuales se cultivaron utilizando un fertilizante a base de heces de insectos.
NORCE


Después de añadir el abono a base de excrementos al medio de cultivo líquido de las microalgas Chlorella vulgaris, éstas mostraron tasas de crecimiento comparables a las de las cultivadas con abonos químicos convencionales. Además, las algas alimentadas con estiércol mantuvieron los niveles de producción de proteínas en torno al 40% de su peso seco.

Sin embargo, los científicos subrayan el carácter preliminar de este experimento y destacan la necesidad de seguir investigando la eficacia de los fertilizantes a escala comercial. Además, subrayan la importancia de encontrar una aplicación viable para las partículas no solubles extraídas de la frasa, que actualmente permanecen como residuos.

Diferentes variaciones del medio de crecimiento líquido reforzado con abono de borra utilizado en el estudio.
NORCE


En una publicación reciente en la revista Bioresource Technology Reports, dirigida por Pia Steinrücken, de NORCE, se detallan los resultados de esta investigación.


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